Los herri kirolak, también conocidos como deportes rurales vascos, tienen su origen en los trabajos cotidianos del caserío, el monte o la cantera.
Actividades como cortar troncos, levantar piedras o transportar pesos se transformaron con el tiempo en desafíos entre vecinos, apuestas populares y, finalmente, en disciplinas deportivas.
Hoy en día, son una parte esencial de muchas fiestas y celebraciones en pueblos de Navarra, Euskadi e Iparralde. Más de una decena de modalidades distintas componen este universo deportivo donde lo ancestral se mezcla con el espectáculo. Entre ellas, destacan el aizkora (corte de troncos con hacha) y el levantamiento de piedra, dos disciplinas que impresionan por su exigencia física y belleza visual.